viernes, 22 de noviembre de 2013

La chinche de los piñones, otra especie invasora.

CUADERNO DE CAMPO
Desde hace poco tiempo tenemos una nueva especie invasora en España, que también ha llegado a El Ventorrillo, la chinche americana de los piñones, de nombre científico Leptoglossus occidentalis.
Procede del Oeste de Norteamérica y aún no se conoce bien la incidencia que puede llegar a tener en nuestros pinares y otras coníferas. No suele ser una plaga que produzca grandes daños, aunque en ocasiones, en puntos concretos, se acumulen gran número de ejemplares.
En primavera hacen la puesta en los brotes de los pinos y las ninfas se trasladan a las piñas que están en desarrollo picándolas y alimentándose de su savia. Tienen un pico (llamado rostrum o rostro) en forma de estilete muy desarrollado que se prolonga por debajo del cuerpo. En la foto siguiente las líneas amarillas indican hasta donde se ve el estilete y hasta donde le llega en realidad, aunque no se vea por la postura del animal. Es lo que clavan en los brotes de las piñas provocando malformaciones y anulando la producción de las semillas. 


Puede encontrarse en cualquier conífera y ocasionalmente en otras especies, pero parece tener cierta dependencia de los terpenos, productos que se encuentran en la resina de ese tipo de árboles. 

Curiosamente esas son las sustancias que a otros insectos, entre ellos chinches, les resultan tóxicos.
Sobre las piñas pasan todo su ciclo biológico, que se compone de cinco mudas. Como todos los hemípteros, que es el orden al que pertenece esta especie, las crías no pasan por una fase larvaria, cuando nacen son una réplica en miniatura de los adultos y en las sucesivas mudas les van creciendo las alas. 
Con la última muda ya tienen las alas completamente desarrolladas y pueden volar y expandirse, que debe ser muy eficiente, pues han invadido Europa en poco más de una década.
A finales de otoño, en este momento, e inicios del invierno, buscan refugio en huecos de árboles, nidos de pájaros, grietas de las cortezas y lugares por el estilo, incluyendo a las habitaciones humanas. En ocasiones, como hacen otras chinches, se agrupan muchos individuos para pasar el invierno y cuando se introducen en las casas provocan cierto temor, infundado porque son inofensivas para nosotros.

En su lugar de origen completan un ciclo vital anual en las regiones más frías y hasta tres en las zonas más cálidas, como México. En España posiblemente ocurra lo mismo, diferenciándose entre los pinares de alta montaña y los de costa, como las que se han detectado en Mallorca y Menorca.
El primer dato de la presencia de este animal en Europa es de 1999 en Italia, luego ha sido todo un goteo de citas en toda Europa. En España parece que las primeras citas son del 2003. El mapa de distribución de la plataforma Biodiversidad Virtual este año muestra que se encuentra prácticamente en toda la Península Ibérica. Se salva por el momento una parte de Extremadura y Castilla La Mancha, donde apenas habrá pinos.
En el número de  BV news de Biodiversidad Virtual dedicado a Heteroptera pueden verse los mapas de la progresión de la especie. Pinchando AQUÍ

Chinche de los piñones, Leptoglossus occidentalis Heidemann, 1910.
Familia: Coreidae.
Infraorden: Pentatomomorpha.
Suborden: Heteroptera.
Orden: Hemiptera.  

viernes, 15 de noviembre de 2013

Llega la nieve. Busquemos setas de la madera.

CUADERNO DE CAMPO
Hoy la nieve arrastrada por el viento ha hecho su aparición en El Ventorrillo. En muy poco tiempo las hojas caídas se han cubierto de una fina capa de cristales de hielo. Ya se anunciaba en nuestro enlace a El Tiempo, quizás se ha adelantado un poco, pero parece que durante el fin de semana va a continuar así o con más frío. 


Los buscadores de setas pueden tener problemas para hacer su colecta, así que propongo la observación de dos especies fáciles de encontrar, aunque no comestibles. Son hongos que crecen en la madera. El primero de ellos Gymnopilus spectabilis, también llamado Gymnopilus junonius, lo encontraremos en los tocones de árboles caídos o cortados creciendo con frecuencia en masas apelotonadas.
En algunas páginas web puede leerse que son comestibles, pero NO es cierto, pueden ser muy tóxicas y alucinógenas. Ocurre con frecuencia, tanto con plantas como con setas que tienen principios activos medicinales o alucinógenos, que existen poblaciones más o menos tóxicas, sobre todo si tienen una distribución geográfica muy amplia y se encuentran en gran variedad de hábitats, como es el caso de esta especie.
Pero como con los productos tal cual se extraen de la naturaleza no podemos estar seguros del grado de concentración de sus sustancias tóxicas lo mejor es abstenerse de consumirlas.
No se trata de no hacerse una inofensiva tisana de menta, sino de dejar de consumir una especie que puede dar lugar a intoxicaciones muy graves. Mejor no jugar a la ruleta rusa con las cosas de comer.

En las imágenes puede verse el aspecto de distintas setas a medida que van creciendo, hasta que finalmente se descomponen por la humedad y por ser consumidos por diversos insectos y gusanos. Entre la primera de las fotos y esta última hay unos quince días de diferencia. 


Los verdaderos aficionados a las setas no se cansan de señalar que hay que respetar a los hongos aunque no sean comestibles. Hacen una labor muy importante en los ciclos ecológicos, no solo por su contribución a la descomposición de la madera muerta y enriquecimiento del suelo, sino porque son el alimento de otros seres, como las larvas, seguramente de mosca, que aparecen en la siguiente foto. Pero esas larvas, además, son presa de otros insectos carnívoros o parásitos, que las consumen a su vez. Y otros animales más grandes, como pájaros, musarañas, erizos y hasta tejones, se alimentarán de todos ellos. 

La segunda especie que podemos encontrar ahora en plenitud, aunque se pueda ver todo año, es un tipo de hongo yesquero, Inonotus hispidus. Crece sobre árboles aún vivos pero en malas condiciones o muertos recientemente y se puede ver tanto en el campo, en la Sierra madrileña, como en los árboles de las calles, parques y jardines, pues resiste bien la contaminación atmosférica de la ciudad. Se identifica fácilmente por su aspecto, especialmente por los poros y con frecuencia por unas gotas que cuelgan de su parte inferior.
Se llaman hongos yesqueros porque desde la antigüedad se han utilizado para iniciar el fuego. De hecho el conocido como Ötzi, el hombre momificado encontrado en un glaciar entre las fronteras de Austria e Italia, que murió hace más de 3.000 años, llevaba en su morral unos trozos de hongos yesqueros (aunque de otra especie). También se les ha dado uso medicinal y, dada su naturaleza porosa, como forma de detener las hemorragias. Quizás Ötzi lo utilizase de las dos maneras, ya que tenía una punta de flecha clavada y varias heridas más.


La determinación de estas especies ha sido posible, como tantas otras veces, gracias a los expertos de Biodiversidad Virtual.




martes, 12 de noviembre de 2013

¿Qué es la Estación Biológica El Ventorrillo?


Muchas de las personas que suben la carretera N-601 camino del Puerto de Navacerrada, y se encuentran con el cartel de la Estación Biológica El Ventorrillo se preguntan ¿Que será eso? ¿Qué tiene que ver El Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid con este lugar?
Pues bien, este blog tratará de responder a esas preguntas y de informar sobre la naturaleza de la Sierra del Guadarrama, incluyendo el más reciente de nuestros parques nacionales.

Cada época del año tiene su especial atractivo. En otoño, vista desde la carretera, la finca El Ventorillo se diferencia de su entorno por la variedad de colores de sus árboles, mezclándose los de hoja caduca con los pinos y otras coníferas.

El Ventorrillo es un lugar donde se investiga. Científicos del Museo y también de otras instituciones españolas y extranjeras, realizan trabajos de campo y laboratorio en este lugar, contribuyen así al conocimiento de este rincón de la sierra madrileña, de su entorno y de la Biología en general.
Lagartija carpetana, Iberolacerta cyreni. La ecología y comportamiento de las lagartijas de montaña ha sido uno de los temas más estudiados en El Ventorrillo.

Porque en el Museo, además de salas de exposición, es un lugar donde se custodian valiosas colecciones y hay más de un centenar de científicos dedicados a la investigación. Algunos de ellos centran sus estudios aquí, en El Ventorrillo.

Escaramujos, fruto del rosal silvestre junto a una agalla, deformación formada por insectos. Es uno de los temas estudiados por investigadores del Museo.

El Ventorrillo no puede ser un lugar abierto al público como lo son las exposiciones del Museo. Es un laboratorio, porque en él se desarrollan experimentos controlados que se verían alterados con la presencia de visitantes. Solo excepcional y controladamente se permite la entrada de personas ajenas a la institución en seminarios, cursos o jornadas de puertas abiertas, bajo la supervisión de científicos o monitores que trabajen con ellos. En este blog informaremos, a su debido tiempo,  cómo y cuándo se podrá visitar.

Caja nido para pequeñas aves protegida de la depredación con malla de alambre. Varios proyectos utilizan cajas nido y comederos de aves. Las molestias ocasionadas por visitantes no advertidos pueden ocasionar la pérdida de la cría y la de datos que han costado mucho esfuerzo, tiempo y dinero conseguir.
Estamos iniciando una nueva línea de trabajo para informar y realizar actividades, para que el público entienda lo que aquí hacemos y para que quien haga excursiones a la Sierra de Guadarrama no solamente pase unos buenos momentos al aire libre, sino que también goce de una experiencia estimulante que contribuya a ampliar sus conocimientos. Pero sobre todo, intentaremos enseñar a mirar con ojos de naturalista, con respeto y con ganas de entender lo que la naturaleza nos muestra.