Hoy traigo al blog dos pequeños libros, uno de principios del siglo XX y el otro de finales del XIX, que han sido "resucitados" en edición facsímil por la editorial Maxtor, una editorial que se ha especializado en este tipo de ediciones que, aunque no tengan la calidad que quisiéramos, sí son muy económicas y ponen a nuestra disposición obras muy curiosas que de otra manera serían imposibles de conseguir, tanto por precio como por no ser editadas.
ANDANZAS SERRANAS (por Somosierra y Guadarrama), Enrique de Mesa. Edición original: Madrid, Biblioteca Renacimiento. V. Prieto y Comp.ª, Editores. 1910. Edición facsímil por la editorial MAXTOR, 2008.
Pequeño formato, 83 páginas.
Enrique de Mesa, el llamado poeta de la Sierra de la generación del 98 y uno de los doce que fundaron la Agrupación Peñalara (y la revista del mismo nombre), dedica su libro "... a las benditas piedras viejas de la Cartuja del Paular" donde pasó un tiempo retirado y escribió otra de sus obras, "El Silencio de la Cartuja".
A lo largo de catorce breves capítulos entremezcla los relatos de sus paseos serranos (Buitrago, Manzanares, Peñalara, Laguna de los Pájaros... ) con historias contadas por las gentes del lugar, quien sabe si reales o imaginarias, como las cuartillas que dice encontrar en una de las celdas del monasterio. Es muy bonito leer la descripción de las excursiones por lugares donde no había caminos y lo que observa desde diferentes cumbres y puertos de la Sierra.
Nos damos cuenta que entonces eran las voces de los pastores y las esquilas de sus cabras, que no de ganado vacuno ni de excursionistas, lo que se oía en Guadarrama. Pone en boca de un zagal una de las muchas versiones del "romance de la loba parda" y en los labios de un serrano viejo la frase: "¡antes eran las nevadas más fuertes y los lobos más feroces!"... ¡plena actualidad!
A lo largo de catorce breves capítulos entremezcla los relatos de sus paseos serranos (Buitrago, Manzanares, Peñalara, Laguna de los Pájaros... ) con historias contadas por las gentes del lugar, quien sabe si reales o imaginarias, como las cuartillas que dice encontrar en una de las celdas del monasterio. Es muy bonito leer la descripción de las excursiones por lugares donde no había caminos y lo que observa desde diferentes cumbres y puertos de la Sierra.
Nos damos cuenta que entonces eran las voces de los pastores y las esquilas de sus cabras, que no de ganado vacuno ni de excursionistas, lo que se oía en Guadarrama. Pone en boca de un zagal una de las muchas versiones del "romance de la loba parda" y en los labios de un serrano viejo la frase: "¡antes eran las nevadas más fuertes y los lobos más feroces!"... ¡plena actualidad!
GUADARRAMA, Luis de León. Edición original: Crónica de los Pueblos de la provincia de Madrid. 1891. Edición facsímil por la editorial MAXTOR, 2008.
Pequeño formato, 105 páginas y un mapa de la provincia de Madrid donde apenas pueden leerse los nombres de algunos pueblos.
Se trata de una descripción del Pueblo de Guadarrama, de su historia, población, fauna y flora, recursos económicos y fiestas locales incluyendo un curioso capítulo sobre los cambios que pudieran realizarse para mejorarlo.
Resulta curioso como el autor, maestro del pueblo, no pierde ocasión para señalar lo deficiente de su casa, peor que la de la maestra de las niñas, y señalar que se ofrece para ayudar a solicitar la subvención para construir nuevos edificios escuela y casa de maestros. Es la visión de un pueblo de finales del siglo XIX que pierde parte de su economía basada en el paso de carretas y diligencias al atravesar la Sierra por el puerto, debido al ferrocarril, y se replantea la agricultura y hasta el ser destino de los veraneantes procedentes de Madrid.
Para ver más libros ir a la página pinchando AQUÍ.
Resulta curioso como el autor, maestro del pueblo, no pierde ocasión para señalar lo deficiente de su casa, peor que la de la maestra de las niñas, y señalar que se ofrece para ayudar a solicitar la subvención para construir nuevos edificios escuela y casa de maestros. Es la visión de un pueblo de finales del siglo XIX que pierde parte de su economía basada en el paso de carretas y diligencias al atravesar la Sierra por el puerto, debido al ferrocarril, y se replantea la agricultura y hasta el ser destino de los veraneantes procedentes de Madrid.
Para ver más libros ir a la página pinchando AQUÍ.