viernes, 15 de noviembre de 2013

Llega la nieve. Busquemos setas de la madera.

CUADERNO DE CAMPO
Hoy la nieve arrastrada por el viento ha hecho su aparición en El Ventorrillo. En muy poco tiempo las hojas caídas se han cubierto de una fina capa de cristales de hielo. Ya se anunciaba en nuestro enlace a El Tiempo, quizás se ha adelantado un poco, pero parece que durante el fin de semana va a continuar así o con más frío. 


Los buscadores de setas pueden tener problemas para hacer su colecta, así que propongo la observación de dos especies fáciles de encontrar, aunque no comestibles. Son hongos que crecen en la madera. El primero de ellos Gymnopilus spectabilis, también llamado Gymnopilus junonius, lo encontraremos en los tocones de árboles caídos o cortados creciendo con frecuencia en masas apelotonadas.
En algunas páginas web puede leerse que son comestibles, pero NO es cierto, pueden ser muy tóxicas y alucinógenas. Ocurre con frecuencia, tanto con plantas como con setas que tienen principios activos medicinales o alucinógenos, que existen poblaciones más o menos tóxicas, sobre todo si tienen una distribución geográfica muy amplia y se encuentran en gran variedad de hábitats, como es el caso de esta especie.
Pero como con los productos tal cual se extraen de la naturaleza no podemos estar seguros del grado de concentración de sus sustancias tóxicas lo mejor es abstenerse de consumirlas.
No se trata de no hacerse una inofensiva tisana de menta, sino de dejar de consumir una especie que puede dar lugar a intoxicaciones muy graves. Mejor no jugar a la ruleta rusa con las cosas de comer.

En las imágenes puede verse el aspecto de distintas setas a medida que van creciendo, hasta que finalmente se descomponen por la humedad y por ser consumidos por diversos insectos y gusanos. Entre la primera de las fotos y esta última hay unos quince días de diferencia. 


Los verdaderos aficionados a las setas no se cansan de señalar que hay que respetar a los hongos aunque no sean comestibles. Hacen una labor muy importante en los ciclos ecológicos, no solo por su contribución a la descomposición de la madera muerta y enriquecimiento del suelo, sino porque son el alimento de otros seres, como las larvas, seguramente de mosca, que aparecen en la siguiente foto. Pero esas larvas, además, son presa de otros insectos carnívoros o parásitos, que las consumen a su vez. Y otros animales más grandes, como pájaros, musarañas, erizos y hasta tejones, se alimentarán de todos ellos. 

La segunda especie que podemos encontrar ahora en plenitud, aunque se pueda ver todo año, es un tipo de hongo yesquero, Inonotus hispidus. Crece sobre árboles aún vivos pero en malas condiciones o muertos recientemente y se puede ver tanto en el campo, en la Sierra madrileña, como en los árboles de las calles, parques y jardines, pues resiste bien la contaminación atmosférica de la ciudad. Se identifica fácilmente por su aspecto, especialmente por los poros y con frecuencia por unas gotas que cuelgan de su parte inferior.
Se llaman hongos yesqueros porque desde la antigüedad se han utilizado para iniciar el fuego. De hecho el conocido como Ötzi, el hombre momificado encontrado en un glaciar entre las fronteras de Austria e Italia, que murió hace más de 3.000 años, llevaba en su morral unos trozos de hongos yesqueros (aunque de otra especie). También se les ha dado uso medicinal y, dada su naturaleza porosa, como forma de detener las hemorragias. Quizás Ötzi lo utilizase de las dos maneras, ya que tenía una punta de flecha clavada y varias heridas más.


La determinación de estas especies ha sido posible, como tantas otras veces, gracias a los expertos de Biodiversidad Virtual.




2 comentarios:

  1. Tudo indica que seja uma relação simbiótica positiva entre os seres da natureza.
    Sempre tive atração pelos cogumelos, e certamente suspeitava que poderiam ser comidos, mas com cautela e com a certeza de que sejam comestíveis.
    Uma entrada simples e bem explicada. Muchas gracias, Jesús! ;)

    Beijos.

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    1. Así es Teca. Además nunca debería bastarnos la información que se obtiene por las páginas web para reconocer una especie comestible. Hay que tener información muy fiable y dada por un experto en directo. Y después, cuando ya no tengamos ninguna duda, podremos comerlas sin miedo.
      Beijos.

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